jueves, 21 de junio de 2007

Eternas cicatrices

Traspasó nuestra piel y perdí el equilibrio
Transformó nuestros labios haciéndolos rígidos
Humedeció nuestros ojos mostrando su pureza
Palideció nuestras almas pero no derrotó la esperanza.

Imaginando lo que puede ser posible no siéndolo
Fantaseando con falsas historias
Regocijándome del bien que no poseo
Así transformo mil horas durmiéndome con ese deseo.
Sueños frustrados que nunca fueron anhelados
Me transforman en el ser más despreciado.

Ver la luz por primera vez
Para desfallecer sin ningún por qué
Es lo que me mantiene lejos de la fruición
Intentando secularmente no ser parte de una traición
Que camina sola y no puede hablar
La callan y no se puede expresar.

Por algo pasó y lo dejé pasar
Me retuerzo afligida sin expectativas
Me calmo en la quimera
observando las fronteras
De esa lejanía que me atrapa cautiva.

Derramo lágrimas a escondidas
Grito sin consuelo
Me regalan falsedad
Siempre que intento derrotar.
Ninguna mártir me siento
Gestando penas e imaginando mi condena
Todavía algo queda
De esa paciencia que alguna vez fue buena.

Permanecen intactas las heridas que creamos
Dejando marcas que quieren ser borradas
Admiremos esas huellas
Que son pasos de un rastro eterno
Nuestro distintivo infinito
Que nos enseña el sentido.


Bue... parece que una vez más escribimos cosas no muy alegres, pero no es el caso.

sábado, 12 de mayo de 2007

Pólemos en mi intimidad


Es como si tuviera que decidir,
a cada instante en el que en mí misma me vuelvo,
si elijo del mundo estar
ó al ser rumbo buscar.
Elección cruenta, siempre misma,
que la mayor de las veces
fuerzas hago por evitar.
Inifinita pregunta, o muchas tal vez,
mas todas de una respuesta sola.
Y así todo tórnase ya irreal,
por qué es lo real aún desconocer.
Ya ahora pintado parece el mundo,
veo acuarelas caer, las figuras anímanse,
ruidos al tono y a propósito
de un sueño único, y compartido
por todos...
Siempre está presente,
la incisiva decisión latente,
y yo por miedo al desconcierto
huyo de ella y me abstengo.
Pero no es suficiente,
no es posible de la elección huírse,
¿o no es acaso mía la decisión de abstenerme?
Entre el mundo y el ser me hallo,
me veo, tirante, yendo y quedando,
volviendo y dejando, trayendo, llevando,
a tu no ritmo, sinfonía adormecedora,
que en nuestro origen ya desplegabas
tus habilidades engañosas.
Humanidad, ¿qué somos?
No podemos, mucho menos, ser arrogarnos;
del devenir nacemos y terminamos,
a veces incompletos, siempre limitados.
De mentiras se alimenta el mundo,
que a los sentidos y a razón burda
deliciosas le parecen muchas,
pero mentiras de amargos frutos,
frutos pobres, hijos de iniquidad,
de ignorancia, vicios e irracionalidad.
Horrible ya no es el sufrimiento,
horrible ahora es dudar de su realidad.
No dudo de su existencia, jamás,
pero ahora pregunta otra se forma:
¿quién-qué lo hace existir tan veraz?
A su lado también los veo estar
al orgullo, tan artero,
a codicia, tan banal;
a ignorancia, rastrera,
y las concupiscibles, cuán terrenal.
Pero yo aquí quieta
sin decisión firme alistar,
a estos desde acá los veo,
y a aquél me queda anhelar.
Ante estos muchas veces
suceptible mi temple dejo quebrar,
pero no así me dejo
vencer para ya no más levantar.

Ro.

sábado, 5 de mayo de 2007

Mi himno y tu compañía


Necesaria se me volvió esa presencia
Me transformaste en algo que terminé festejando
Te hago responsable de un gran cambio.

Adversos pueden ser algunos momentos
Pero siento que más grandes son los sentimientos.
Me apeno con tus molestias
Disfruto con tus logros.
Importante eres en mi trecho
Una puerta de acceso.
Valiente transeúnte
Son tus versos los que apasionan
O tus aventuras renovadas
Que me dejan animada.
No me siento rutinaria
Si a mi lado me acompañas.
El tiempo pasa
Y hay cosas q no se dicen
Pero para qué hablarlas
Si las miradas me bastan.
Muchas son las divergencias
A veces más grandes que las consonancias
A mi no me interesa
Si lo que me ata, en eso no se basa.

Creo que de los momentos depende
De ánimos compartidos
E instantes vividos.
Ya no tienen vencimiento
Por más que parezcan añejos.
Hay demasiado todavía
No zarpes por esa vía
Camina junto a la mía.
Si te sientes abatido,
O nada termina con sentido,
Si las ojeadas no son suficientes,
Si me sientes ausente,
No es que lo intente
No me siento fuerte.
Ojos tristes
regalan miradas puras,
tu ser no se corrompe
en mí se renace con ternura.
Suspiros de amargura.
Enfrentamos a ese disparador certero
Que la surte y la hace pura.
Tu compañía se volvió culminante
desde el comienzo en el que entraste
Parece muy fantasioso
Es que en mi libro tu apareces,
Al lado de una palabra cálida
Tu imagen comienza a emerger
Creo que sabíamos que iba a suceder.


Gaby.

Íntegra


Obstruida y persuasiva
Escuchas rotar las almas
Corromperse en el olvido
Temiendo no hallarlas
Si te miran exaltadas
Temes quedarte en silencio
Si te indagan con pretensiones
Prefieres mantener la calma
Si evidencian su pureza
Logras hallar lo inexacto
Si perjuran tus instintos
Lo tiñes a su complacencia

Y dibujas en lo franco
Compasiva y aterrada
Otra vez a la deriva
Hostigando circunstancias
Para llegar a lo más noble
Camuflado o escondido
Y en el fondo de la ciénaga
Escuchar tus alaridos
Que te llaman a tu esencia
Aunque lo ves prohibido
Protegiendo lo apreciado
Dudándolo perdido

Ordenas tu primacía
Equilibrando la balanza
Premeditando tu accionar
Para no quebrar lo frágil
Que velas en lo más profundo
Y hablas contigo misma
De entidades perturbadas
Que no concibes en tu juicio
Pero quieres abrazarlas
Que te envuelvan en sus lazos
Y te lleven a la nada
Permutando por experiencia

Y divagas en lo insólito
Escondiéndote en apariencias
Te maquillas en lo absurdo
Y te vistes de tristeza
Para explorar lo dejado
Y consumar la fuerza
Que generas en cada paso
Y valoras con las huellas
Admitiendo adversidades
Y la desigualdad intrigante
Se componen en tu identidad
Y las dejas fluir en ti…

Íntegra

Augusto.

Vulnerable


Aquí entre repeticiones perpetuas
Sólo me queda dejar fluir las emociones
Reordenar pensamientos
Y permitirme ser vulnerable
Claridad en mi mente
Firmeza en mis manos
Veracidad en el corazón.
Tremenda debilidad que no se aleja,
esa transgresión que no renuncia,
desamparado sea lo que aqueja
más la inocencia que se anuncia.
Simplemente lanzar,
desquiciado o sofocado
y a lo jovial avanzar
sin importar el pasado.
Emociones seculares
sensaciones trocadas
gran compañía alucinada
de vivencias ofuscadas.
Adversidades que llevan a la horca,
frivolidades que vienen de a pocas.
Nos envuelven en lo endeble,
nos dejan conturbados.
Ya estamos delicados,
envueltos en un sentimiento profano.
Inquieta melancolía
envuelve como refugio,
penetrando tardía
en la noche dejando vestigio.
La frágil candela
de tenue fulgor
asoma apenas su estela
por distancia de temor.
Ante el mundo el alma así se encuentra,
sinuoso sendero de piedras
en el que dolor camina, y penetra
profundo laberinto de hiedras,
en travesía de indecisión,
frente a la cruel frialdad
de sólo ese mundo la intención,
ya es abrazo la vulnerabilidad.

Ro. Gaby. Augusto